En principio, todos los conflictos dentro de la Iglesia que hayan de resolverse por vía judicial son competencia de los Tribunales eclesiásticos.
Procesos matrimoniales
La mayor parte de los procesos canónicos ante el Tribunal eclesiástico son los de declaración de nulidad de matrimonio, y las disoluciones de matrimonio no consumado. Como se trata de un sacramento, es necesaria sentencia judicial firme para declarar inválido un matrimonio celebrado en la Iglesia católica.
En estas páginas encontrará información sobre las causas de nulidad de matrimonio y la forma de plantear el proceso judicial: El matrimonio como contrato y sacramento: único e indisoluble
Otros procesos judiciales dentro de la Iglesia
La justicia es muy importante entre los cristianos, y en las relaciones entre éstos y la jerarquía de la Iglesia. Ante el Tribunal eclesiástico se pueden presentar demandas de reclamaciones y reconocimientos de derechos (por ejemplo, de un fiel que crea que no se ha respetado el derecho en su caso), conflictos societarios (entre miembros de asociaciones y cofradías católicas…); conflictos patrimoniales y contractuales (entre entidades eclesiásticas, como parroquias, obispados, congregaciones religiosas…), procesos criminales (cuando un clérigo o un laico son acusados de cometer un delito canónico…), etc. También a menudo los jueces eclesiásticos reciben delegación del Obispo diocesano para tramitar procesos de canonización. Cuando el conflicto se produce por una decisión de gobierno de la Autoridad eclesiástica, se resolverá por vía administrativa canónica, no por vía judicial. Tal procedimiento administrativo canónico no es competencia de los Tribunales eclesiásticos.